El hallazgo explicaría el buen conocimiento del metal que tenían los egipcios antes de que éste empezara a extraerse de las minas
Un grupo de investigadores han demostrado que las partículas de hierro trabajadas por los antiguos egipcios que se encuentran en el Museo Petrie UCL se elaboraron a partir de restos de meteoritos, en lugar de mineral de hierro. Los objetos, por tanto, serían anteriores a la aparición de la fundición del hierro. El estudio se ha publicado en la revista Journal of Archaeological Science.
Convertido en delgadas láminas que luego se enrollaron para formar tubos que colgaron de un collar de hace 5.000 años, éste iba decorado con otros materiales como el oro o piedras preciosas, lo que revela lo apreciado que era el hierro en la antigüedad.
El profesor Thilo Rehren, de la University College London (UCL) de Qatar, autor principal del artículo científico, ha explicado que «su forja se realizó tras varios ciclos de martilleo, y no por las técnicas tradicionales como tallar o la perforación, encontradas en otras piezas de la misma tumbra de donde se extrajo la pieza».
Los resultados del equipo muestran que en el cuarto milenio antes de Cristo, expertos metalúrgicos ya había dominado la forja del hierro meteórico, una aleación de hierro-níquel mucho más dura y frágil que la del cobre.
La experiencia previa que los metalúrgicos tenían fue esencial para el desarrollo de la fundición de hierro y la producción de este material a partir de mineral de hierro, lo que permitió que el hierro reemplazara al cobre y al bronce como los principales metales usados.
No era magnetita
Excavada la tumba en 1911, en un cementerio pre-dinástico, cerca de la aldea de el-Gerzeh (en el Bajo Egipto), las cuentas ya estaban completamente corroídas cuando fueron descubiertas. Como resultado, el equipo utilizó métodos de rayos X para determinar si en realidad se trataba de hierro meteórico, y no de magnetita, que a menudo se puede confundir por sus propiedades similares.
Mediante la exploración con haz de neutrones y rayos gamma, el equipo fue capaz de revelar la textura única y también la alta concentración de níquel, cobalto, fósforo y germanio (que sólo se encuentran en pequeñas cantidades en derivados del mineral de hierro), que son características de hierro meteórico.
El profesor Rehren ha señalado que «lo realmente emocionante es que, por primera vez, estamos en condiciones de demostrar de manera concluyente que existen elementos traza típicos (como el cobalto y el germanio) presente en estas cuentas, a niveles que sólo se producen en el hierro meteórico».
«También estamos contentos de ser capaces de ver su estructura interna, que revela la forma en que se rodó y golpeó el material. Ésta es muy diferente de la tecnología de la perforación del grano de piedra al que estábamos acostumbrados, y se nota bastante que los herreros sabían cómo trabajar este material», ha concluído Rehren.
fuente: ABC.es ciencia
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