En marzo es una época propicia para que se produzcan auroras boreales. Pero no nos hagamos excesivas ilusiones porque en España es muy difícil verlas. Para poder observarlas tenemos que viajar a regiones polares como, por ejemplo, Alaska, Laponia o Groenlandia.
¿Y por qué hay que ir a los polos para ver auroras boreales, os preguntaréis?
Muy sencillo. Porque una aurora boreal se produce cuando un viento solar, que está formado por partículas cargadas procedentes del Sol, es guiado por el campo magnético de la Tierra de manera que incide en la atmósfera cerca de los polos, produciendo una luz difusa proyectada en la ionosfera terrestre.
Los colores de las auroras dependen de la especie atómica o molecular de la atmósfera que las partículas del viento solar excitan y del nivel de energía que esos átomos o moléculas alcanzan. Las auroras boreales más frecuentes son las de átomos de oxígeno, de color verde amarillento. El azul se origina en los iones de la molécula de hidrógeno.
¿Cómo se manifiesta la aurora boreal? Empieza en el cielo nocturno como un arco aislado que se va extendiendo en el horizonte. En la medianoche aumenta su brillo y se forman ondas a lo largo del arco. En el cielo aparecen colores formando espirales y bandas. También rayos que se mueven rápidamente. Este espectáculo puede durar unos pocos minutos o varias horas. Al alba el proceso se calma y sólo algunas pequeñas zonas del cielo siguen brillantes hasta que llega la mañana.
Para terminar os advierto que el nombre de aurora boreal se circunscribe sólo al hemisferio norte. Cuando se observa en el hemisferio sur se llama aurora austral. El nombre genérico de ambas sería el de aurora polar.
FUENTE: Rtve.es
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Buen trabajo, aunque hace falta hablar más a cerca de las reacciones químicas que producen la aurora boreal.
ResponderEliminarBuen trabajo, aunque hace falta hablar más a cerca de las reacciones químicas que producen la aurora boreal.
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