1. Un lago glacial entre bosques y castillos
La isla que es parte del pueblo de Bled, está en el centro de un lago glacial con costas cubiertas de bosques, y es extremadamente fotogénica. Tanto como se puede ver en cada imagen, una postal que suele identificar a éste país. A orillas del lago Bled hay un pueblo del mismo nombre, al noroeste de Eslovenia y muy cerca de Austria.
2. Un desfiladero con un río color esmeralda
Un paseo que se realiza entre pasarelas de madera que serpentean junto a un río transparente entre acantilados rocosos. En total, se puede completar un recorrido de casi siete kilómetros desde la ciudad de Podhorn, a sólo unos pocos minutos de Bled. Se llama Garganta Vintgar o Bled y está modelada por el río Radovna, quien con sus aguas no tan calmas (por trayectos) se ha encargado de tallar paredes del cañón de hasta 100 metros de altura.
3. Un castillo dentro de una cueva
Se llama castillo Predjama, y está construido dentro de la boca de una cueva situada al sudoeste de Eslovenia. El total de caída del acantilado es de 123 metros y en la cueva, perdura el castillo desde el siglo XVI, y además, fue el lugar donde murió un personaje de la historia eslovena que hasta suena a leyenda
4. Un gran cañón, pero bajo tierra.
Un río erosionando por miles de años un espacio natural, pero todo bajo tierra hasta conformar un gran cañón. Se llaman Grutas de Škocjan, uno de los grandes atractivos europeos en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Las Grutas de Skocjan son un sistema de cuevas calizas en Eslovenia que erosionadas por un curso de agua conformaron uno de los cañones subterráneos más extensos del mundo, atravesado por el río Reka.
5. Un castillo al borde de un abrupto acantilado:
Un castillo medieval sobre un acantilado que se eleva (nada menos) que 130 metros sobre un lago. El castillo de Bled es el más antiguo de Eslovenia, y tal vez sea uno de los castillos más fotogénicos de Europa, un mérito acrecentado por la belleza del paisaje:
6. Una enorme cueva con un recorrido en tren (Postojna)
En un país con más de 9.000 cuevas no debería extrañar la variedad de paisajes subterráneos inclasificables. La gruta de Postojna es una de las más espectaculares del país, y está a una hora de viaje desde la capital de Eslovenia. En total, son veinte kilómetros de recorrido subterráneo atravesando enormes salas y galerías excavadas por el río Pivka. Muchos de los tramos están habilitados para el turismo, y hasta se puede recorrer una gran parte en un tren.
7. Y un río color esmeralda (Soca)
Se llama río Soča (Isonzo), tiene 140 kilómetros de extensión en el oeste de Eslovenia. Entre paisajes alpinos de montaña se escurre el agua en color verde esmeralda, tan espectacular que fue elegido como escenografía de películas como Las Crónicas de Narnia.
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