La sonda europea, hasta entonces en hibernación en su viaje por el espacio, comenzará a preparar sus instrumentos para aterrizar sobre un cometa de tan solo 4 kilómetros
ESA
Recreación del aterrizaje del módulo Philae en el cometa
Faltan menos de cien días para que la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) salga del modo de hibernación para prepararse para el encuentro con su objetivo, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, hacia el que lleva viajando casi una década. La misión, compuesta por una sonda y un módulo de aterrizaje, pretende estudiar el cometa desde cerca, para conocer qué papel jugaron estos cuerpos -el origen de gran parte del agua de la Tierra y algunos creen que hasta de elementos para la vida-, en la evolución del Sistema Solar.
Rosetta comenzó su viaje el 2 de marzo de 2004, siguiendo una compleja trayectoria que incluía tres aproximaciones a la Tierra y una a Marte. De camino a su objetivo, la sonda europea sobrevoló y fotografió dos asteroides: Steins, el 5 de septiembre de 2008, y Lutetia, el 10 de julio de 2010.
En julio de 2011 Rosetta entró en modo de hibernación para recorrer el tramo más solitario y frío de su viaje, cuando se encontraba a unos 800 millones de kilómetros del Sol, cerca de la órbita de Júpiter. La sonda orientó sus paneles solares hacia el Sol para recibir toda la energía posible y comenzó a rotar lentamente sobre su propio eje para mantener la estabilidad.
Ahora tanto el cometa como la sonda están regresando al Sistema Solar interior, y el equipo a cargo de Rosetta se prepara para despertar a la sonda. El despertador interno de Rosetta sonará a las 10.00 GMT del 20 de enero de 2014. Entonces, Rosetta empezará a calentar sus instrumentos de navegación y luego frenará su rotación para poder apuntar su antena principal hacia la Tierra y confirmar que sigue «viva».
«No sabemos con precisión a qué hora recibiremos la primera señal de Rosetta, pero no se espera que sea antes de las 17.45 GMT de ese mismo día», explica Fred Jansen, responsable de la misión Rosetta para la ESA. «Estamos muy emocionados ante la llegada de este momento, pero también estamos deseando evaluar cómo se encuentra la sonda tras pasar casi 10 años en el espacio».
Cuando se despierte, Rosetta todavía estará a unos 9 millones de kilómetros de su objetivo. A medida que se aproxime, se encenderán y comprobarán los 11 instrumentos científicos de la sonda y los 10 del módulo de aterrizaje.
A principios de mayo la distancia será de tan sólo 2 millones de kilómetros. A finales de ese mismo mes está previsto realizar una importante maniobra para ajustar el rumbo que le permitirá encontrarse con el cometa en agosto.
Las primeras imágenes del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko se recibirán en mayo, y serán de especial importancia para refinar los cálculos de la posición y de la órbita del cometa. Rosetta medirá la masa, la forma y el campo gravitatorio del cometa, y realizará un primer análisis de su atmósfera cargada de polvo, también conocida como coma. La sonda europea también estudiará el entorno de plasma del cometa y su interacción con la atmósfera exterior del Sol, el viento solar.
Durante los meses de agosto y septiembre Rosetta cartografiará la superficie del cometa con un gran nivel de detalle para seleccionar un lugar de aterrizaje para su módulo Philae, de 100 kg. Será la primera vez que se intente aterrizar sobre un cometa.
Sujeta con tornillos y arpones
Teniendo en cuenta que la gravedad de un cometa de 4 kilómetros de diámetro es prácticamente despreciable, Philae tendrá que «atracar» sujetándose con tornillos y arpones para evitar rebotar contra su superficie.
Philae tomará panorámicas de su entorno e imágenes de muy alta resolución de la superficie, y estudiará in situ la composición del hielo y de la materia orgánica que componen el núcleo del cometa. El módulo de aterrizaje está equipado con una barrena que le permite tomar muestras a 20-30 centímetros de profundidad, que luego analiza en su laboratorio de a bordo. «A continuación, la misión pasará a lo que conocemos como la fase de ‘escolta’, en la que acompañará al cometa a medida que se aproxime al Sol», comenta Fred.
El cometa alcanzará el punto de su trayectoria más próximo al Sol el 13 de agosto de 2015, pasando a unos 185 millones de kilómetros, aproximadamente entre las órbitas de la Tierra y de Marte. Mientras el cometa surca el Sistema Solar interior a una velocidad de 100.000 km/h, Rosetta mantendrá una velocidad relativa equivalente a la de una persona caminando. Durante esta fase de ‘escolta’, la sonda continuará analizando muestras de polvo y gas mientras estudia cómo evolucionan las condiciones en la superficie del cometa a medida que ésta se calienta y sus hielos comienzan a sublimar.
«Esta oportunidad sin precedentes nos permitirá estudiar la evolución dinámica, de un día para otro, del núcleo de un cometa, ayudándonos a elaborar una descripción detallada de todos los aspectos de este tipo de objetos y de su entorno», añade Matt Taylor, científico del proyecto Rosetta para la ESA. Rosetta acompañará al cometa a lo largo del año 2015, mientras éste se aleja del Sol y su actividad comienza a decaer.
FUENTE: http://www.abc.es/
No hay comentarios :
Publicar un comentario